Cambios en los sistemas de pagos para 2023 y 2024 en Latinoamérica
La tendencia de usar cada vez menos efectivo ya se venía implementando incluso antes de que comenzara la pandemia, pero con ella, no hizo más que acelerarse hacia una estrategia donde aprovechar las tecnologías y el Internet para realizar cobros y recibir pagos a la distancia, se está volviendo una nueva realidad en términos de transacciones empresariales.
Situación actual de los pagos digitales
La implementación de tecnología en el sector financiero está impulsando a pasos agigantados el sector de pagos digitales, pero a su vez, se está disminuyendo el uso del efectivo con la misma velocidad, ya que es más frecuente que las generaciones jóvenes comiencen a tener acceso a servicios bancarios digitales. Pero con estos nuevos hábitos, también llegan retos de seguridad muy importantes que buscan reducir o evitar fraudes en línea.
De acuerdo a la revista Forbes, el año 2021 cerró con un incremento del 52% en las denuncias de fraudes bancarios por Internet con respecto a 2020… solo el 29% de las quejas formales por transferencias electrónicas no reconocidas termina con un fallo a favor del cliente… y en el caso de compras por Internet fraudulentas, las resoluciones favorables apenas alcanzan el 47%”.
Volver seguras las transacciones en línea se está volviendo una prioridad primordial para el futuro de las compras a través de tarjetas de crédito y débito, es por esto que se avecinan nuevas prácticas y modificaciones en estos plásticos que buscan garantizar altos niveles de seguridad al momento de utilizarlas al transaccionar en línea. Veamos algunas de ellas.
Wearables, cashless y contactless
El continuo uso de dispositivos que podemos usar o llevar con nosotros como accesorios, son cada vez más comunes. Pensemos, por ejemplo, en los relojes inteligentes o nuestros propios Smartphones, que son dispositivos que usamos con más frecuencia y que con el tiempo también se están volviendo nuestras nuevas formas de pago seguro.
Empezar a usar estos dispositivos forza a los sistemas de pago a adaptarse a ellas, creando así las tecnologías contactless o cashless que buscan impulsar la transparencia, la seguridad cibernética y el control de las operaciones en los negocios, a través de la aceptación de transacciones digitales sin necesidad de presentar efectivo o tarjetas de débito o crédito de forma física en los comercios.
Detrás de estas tecnologías, para los siguientes años se espera impulsar a los pagos digitales sin necesidad de tener una conexión a Internet activa, tener un control de acceso simplificado a través de la colaboración y de reportes en tiempo real, la automatización de pagos, reembolsos y desembolsos en función de resultados.
Crear plataformas que unan a clientes, vendedores y proveedores en un mismo lugar; habilitando actualizaciones de estatus de pedidos y comunicación por chat para entregas y retiros a domicilio en tiempo real; asimismo, se busca incorporar las ligas de pagos para facilitar la aceptación de diversos métodos de compra a distancia y afianzar las finanzas de los negocios.
Inclusión de sistemas biométricos
El aumento de los e-commerce, así como las estrategias digitales de m-commerce y s-commerce, exigen mayor seguridad en transacciones en línea, por lo que ya en algunos países de Europa, se han empezado a incluir sistemas biométricos para el uso y la activación de tarjetas de débito o crédito.
Nos referimos a la toma de características físicas e intransferibles de las personas que se vinculan con tus productos financieros para la autenticación de transacciones, tales como: la huella dactilar, el reconocimiento facial, el escáner de retina o el reconocimiento de voz; aunque ya se están trabajando tecnologías que incluso van a aceptar pagos al leer las venas de la mano o al reconocer las venas oculares.
Cobros a través de los diferentes medios de contacto
Muchas de las empresas apuestan por la omnicanalidad al comunicarse con sus clientes, pero ahora se está invirtiendo en el desarrollo tecnológico que permita aceptar pagos por medio de cualquiera de esos medios donde una empresa se comunica contigo. Así es, en un par de años se espera que ya se puedan aceptar pagos desde cualquiera medio de comunicación o de interacción con un cliente.
Con este avance se crearán estrategias de omnicanalidad hiper personalizadas, donde se busque ofrecer al usuario una experiencia estandarizada a través de todos los canales de contacto que una empresa pueda tener con él, tanto en el mundo offline como en el digital.
Imaginemos, por ejemplo, que ya puedas pagar el saldo de algún servicio en la propia factura o estado de cuenta que recibas (a través de una liga de pago) de forma inmediata y sin tener que ir hasta el portal de pagos de la marca o negocio. O hacerlo directamente desde un email o SMS. Pues en un par de años, será una realidad.
Cambios en las tarjetas de crédito y débito
No todas las modificaciones afectan a los sistemas de pago, también vienen cambios para 2023 y 2024 que se estarán implementando en las tarjetas de débito y crédito. Mastercard, por ejemplo, ya está trabajando en la nueva versión de tarjetas sin banda magnética y se cree que para 2024 ya estarán en todos los países europeos, seguido de Canadá y Estados Unidos.
La estrategia de pagos para finales de 2023 e inicios de 2024 ya apuesta a los chips de pago sin contacto, lo que llevó a tomar esta decisión, enfocada en la seguridad de las transacciones en línea, de quitar las bandas magnéticas de todos los plásticos. Se dice, incluso, que para 2033 ya no deberá haber ninguna tarjeta con banda magnética en el mundo.
Las autenticaciones de seguridad son aspectos que se están trabajando con especial atención; ya hablamos de la inclusión de datos biométricos en las tarjetas, y en este blog ya hemos hablado de sistemas de verificación de dos pasos como lo es el 3D secure o el 3D secure 2.0 para las compras en línea, pero para compras presenciales también se trabaja en lectores biométricos en terminales punto de venta para que sean ellos los validadores de una venta y ya no una firma o un pin de seguridad.
Muchos de estos cambios pueden sonar futuristas, pero la realidad es que los veremos implementados en unos par de años y los negocios tienen que saber adaptarse a todos estos cambios que se avecinan para aprovechar las tecnologías con el objetivo de llegar a sus metas comerciales.
Fuente:
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